Pasar del gratis total al pago (aunque pequeño) ha enfurecido a muchos usuarios del servicio de mensajería móvil WhatsApp.
La compañía estadounidense ha comenzado a cobrar 89 céntimos anuales a sus usuarios de dispositivos Android después de haya caducado su año de prueba gratuito. Los propietarios de iPhone ni siquiera han tenido ese periodo de gracia: descargar la aplicación conlleva el pago de 0,89 euros.
Ahora bien, a la larga, los usuarios del móvil de la manzana salen beneficiados, ya que el pago de 0,89 euros en iPhone es vitalicio, mientras que en Android debe abonarse una vez al año.
WhatsApp está disponible para los sistemas operativos Windows Phone, iOS,1 BlackBerry OS,2 Android,3 y los dispositivos que utilizan Symbian de Nokia4. Line 'corre' en Android, iOS, Windows Phone y BlackBerry.
Existen muchos usuarios que se han negado en redondo a pagar menos de un euro por seguir utilizando el servicio de mensajería móvil más utilizado en el mundo. Como siempre ocurre en el mundo tecnológico, existen decenas de alternativas, la mayoría gratuitas. ChatOn, Spotbros, Viber, iMessage (sólo iPhone), o los que integran redes sociales como Facebook o Tuenti son sólo alguno de ellos. Pero el competidor de Whatsapp, su gran amenaza, es Line.
La aplicación japonesa, lanzada el 23 de junio de 2011, integra mensajes, llamadas, juegos, red social, cámara, compartir ubicación y es compatible con el ordenador de sobremesa. Factores que han contribuído a que haya ido ganando popularidad semana a semana, 'arrancando' muchos usuarios a WhatsApp.
EL ANUNCIO EN EL MOMENTO JUSTO
Según la propia empresa nipona, a comienzos de año el número de descargas de su aplicación superaba los cien millones, una gran mayoría desde países asiáticos.WhatsApp cuenta con 250 millones de usuarios.
Y justo en la semana crítica para WhatsApp por su paso al pago, Line da un golpe de efecto y lanza una campaña publicitaria en televisión con los actores Hugo Silva y Michelle Jenner, Lucas y Sara en la serie Los Hombres de Paco. Su mensaje golpea donde más duele: en la gratuidad de su servicio.
Las reacciones en las redes sociales han sido, como es previsible, de todo tipo. Desde los que abrazan ya Line y abominan de WhatsApp a los que no entienden cómo es posible que haya gente tan poco dispuesta a desembolsar 0,89 euros por un servicio del que, teóricamente, tanto uso se hace.
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