Iniesta, rodeado por dos rivales, en el partido de San Siro
Desde hace varos años el Fútbol Club Barcelona ha dado un salto caulitativo en el mundo del fútbol. Gracias a Rijkaard, Guardiola y, ahora, a Tito Vilanova (todos ellos descendientes de la generación Cruyff) han elaborado y sistematizado un modelo de juego de toque que, además de ser efectivo, es bello, agradable, enamoradizo. Con él han alcanzado las más grandes cotas futbolísticas.
Como toda creación humana, tiene sus limitaciones y su abuso puede llevar al desgaste. Quizá ese proceso es el que ha vivido el Barcelona en estos últimos meses. Sus rivales han aprendido cómo hacer daño al equipo azulgrana sin tener el balón. La no reinvención del sistema ha llevado al equipo al colapso. Puntuales apariciones de Messi, Iniesta oXavi evitaron en momentor pretéritos de esta misma temporada que el declive llegara antes.
Pues bien, en medio de este momento de hundimiento, le llega al Barcelona la misión más difícil que ha tenido que afrontar desde que adoptara el sistema del 'tiqui-taca'. Remontar el 2-0 de la ida ante elMilan no va a ser tarea fácil, y menos si el equipo no es capaz de resugir cual Ave Fénix y volver a desarrollar un juego ofensivo total. Para poder volver a la esencia del fútbol de toque y, por ende tener alguna oportunidad de derribar el muro de jugadores que plantará el Milan sobre el Camp Nou, los azulgranas deberán, entre otras cosas, seguir estos tres pasos:
1. Abrir el campo y buscar la espalda de los laterales
Ha sido una de las tarjetas de presentación del Barcelona los últimos años. Mientras el rival se queda obnubilado por la capacidad de tocar en corto de los mediocampistas, el lateral del lado débil (aquel donde no está el balón) se desmarca buscando la espalda del lateral defensivo rival. Un pase preciso por encima de la defensa puede convertirse en asistencia, si el defensa convertido en atacante es certero de cara a portería.
2. Los triángulos de toque
Para poder abrir la defensa rival, el toque rápido será imprescindible. Ya lo dijo Del Bosque en su día, "lo importante es hacer que la defensa rival tenga que hacer grandes desplazamientos para que se vaya cansando". Para que el balón fluya velozmente de una banda a otra, los rondos serán imprescindibles. Xavi e Iniesta serán los principales actores en la zona de tres cuartos, donde la aportación de sus compañeros será clave para evitar pérdidas.
3. Los huecos que abra Messi
Desde hace mes y medio parece que todo entrenador que se enfrenta al Barcelona se obsesiona con parar a Messi. Lo hizo Montanier en Anoeta, luego Mourinho en Liga y Copa y, por último, Allegri en el partido de ida. Da igual el número de jugadores que se necesiten, pero el argentino no puede sentirse cómodo sobre el campo.
Si en lugar de verlo como una desventaja, el Barcelona aprovecha esta situación, podrá sacar gran ventaja. Si Messi atrae a cuatro rivales, por pura matemática, hay algún compañero suyo sólo. Si Leo es capaz de verle y pasarle el balón en lugar de obcecarse por hacer un imposible, la defensa italiana estará a un paso de caer abajo. Incluso puede que sólo con su buen pase, haya roto el catenaccio, si algún compañero se ha desmarcado hacia la espalda de los defensas que salgan a cortar el paso a rosarino. En la imagen, bien podría ser el caso del lateral derecho viniendo desde atrás.
El Barcelona está a tres goles de pasar a cuartos de final de la Champions League. Es un camino complicado, sin duda, pero nunca imposible. Tres goles y tres cosas a mejorar. Torres más altas ha derribado este equipo. ¡Ah!, y si seguimos hablando de tres... no descartemos ver en algún momento una defensa de tres, como ya probara en su momento Pep Guardiola.
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